En la actualidad, diferentes plataformas digitales, como las redes sociales o la banca en línea, permiten habilitar esta autenticación de dos factores, la cual consiste en validar la identidad de un usuario a través de un segundo mecanismo de verificación (adicional a la contraseña habitual), para que pueda acceder a sus perfiles; usualmente, se trata de un código de un solo uso enviado por mensaje de texto, correo electrónico o una app específica, representando una capa adicional de protección. El bot, empleado por los delincuentes, es un software automatizado que solicita este código de 2FA a las víctimas con técnicas de ingeniería social para engañarlas, robarlo y así acceder a sus cuentas.
¿Cómo funciona la ciberestafa?
Los sitios de phishing descubiertos por los expertos de Kasperskyimitan las páginas oficiales de inicio de sesión de bancos, servicios de correo electrónico, entre otras plataformas en línea. Cuando una persona intenta acceder a alguna de sus cuentas desde estos sitios e introduce su nombre de usuario y contraseña, el ciberdelincuente roba esa información para intentar ingresar, desde las plataformas oficiales, al perfil de la víctima quien; en caso de tener activada la 2FA, recibirá el código en su dispositivo móvil.
Inmediatamente, el usuario recibe una llamada de un bot que simula ser empleado de una empresa de confianza. Éste utiliza una grabación convincente para persuadirlo de que comparta o introduzca por su cuenta, el código de seguridad que recibió en su dispositivo. Con el código y la información que se acaba de proporcionar, el ciberdelincuente puede ingresar a la cuenta de la víctima.
Los delincuentes prefieren hacer llamadas en lugar de enviar mensajes, ya que estas aumentan las posibilidades de que la víctima responda rápidamente. Los bots automatizados pueden imitar el tono y la urgencia de una llamada legítima, para hacerla más convincente; otra de sus ventajas es que pueden controlarse a través de paneles en línea o plataformas de mensajería como Telegram.
Además, tienen varias funciones y planes de suscripción: se pueden personalizar para hacerse pasar por diferentes organizaciones, utilizan distintos idiomas e incluso, permiten elegir entre voces masculinas y femeninas. Las opciones avanzadas incluyen la suplantación de números de teléfono para que el identificador de llamadas los registre a nombre de una organización legítima.
“Cada vez es más fácil obtener los códigos 2FA. Antes, el delincuente lo hacía manualmente al estilo man-in-the-middle; esperaba que la víctima introdujera el token por su cuenta en las páginas de inicio de sesión al solicitárselo. Hoy en día, con los robots, este proceso se ha automatizado, por lo que es fundamental estar atentos y utilizar las mejores prácticas de ciberseguridad para protegernos y no convertirnos en víctimas”, afirma Fabio Assolini, director del Equipo Global de Investigación y Análisis (GReAT) para América Latina en Kaspersky.
Consejos importantes
Aunque la autenticación de dos factores es una importante medida de ciberseguridad, no es invulnerable. Para protegerte de estas sofisticadas estafas, Kaspersky te recomienda:
- Comprueba automáticamente si hay filtraciones de datos que afecten a tus cuentas vinculadas a direcciones de correo electrónico y números de teléfono, tanto tuyos como de tu familia. Si detectas una filtración, como mínimo, cambia tu contraseña inmediatamente.
- Crea contraseñas fuertes y únicas para todas tus cuentas. Los estafadores sólo podrán atacarte con bots OTP si conocen tu contraseña. Por tanto, genera claves de acceso complejas y guárdalas de forma segura.
- Asegúrate de que estás en un sitio legítimo antes de introducir información personal. Uno de los trucos utilizados por los estafadores es dirigir al usuario a un sitio de phishing sustituyendo algunos caracteres en la barra de direcciones.
- Nunca compartas los códigos de un solo uso con nadie ni los introduzcas en el teclado de tu teléfono durante una llamada. Recuerda que los empleados legítimos de bancos, tiendas, proveedores de servicios, e incluso las autoridades, nunca te los pedirán.