Mantener las llantas en buen estado es una tarea sencilla que debe ser parte de la rutina de cada conductor para evitar contratiempos y ahorrar costos. Es por esto que expertos de Goodyear recomiendan que estas piezas se deben mantener correctamente calibradas, alineadas y balanceadas, entre otros cuidados, lo que permitirá aumentar su durabilidad, además de contribuir con el medio ambiente y la seguridad de los viajeros.
Correcta presión de la llanta
La presión de inflado es el factor más importante para el rendimiento y durabilidad de la llanta. Un mejor aprovechamiento de la vida total de ésta depende de la calibración de la presión de inflado.
Cuando la presión es baja, genera deflexión excesiva de la llanta y provoca un alto desgaste, poca durabilidad, aumento en el consumo de combustible, calor, agrietamiento y en general aumento del costo por kilómetro recorrido. Por su parte, la presión alta, trae como resultado tensiones excesivas y anormales en la carcasa, ya que el neumático se vuelve rígido por la presión y la carcasa pierde su capacidad de flexión, dejando de amortiguar los impactos, causando rupturas y daños con mayor facilidad, que comprometen la seguridad de las personas.
Es importante mencionar que aunque el costo es un poco más alto, el nitrógeno contribuye a la prolongación de la vida útil ya que estabiliza el aire interno de la llanta, reduce el consumo de gasolina y protege los aros de la oxidación.
Además tenga en cuenta:
- Inflar las llantas con la presión recomendada siempre en frío.
- Verifique la presión de las llantas como mínimo una vez por semana.
- Utilice un manómetro confiable, ajustado periódicamente con un calibrador patrón.
- Utilice tapas metálicas en las válvulas.
- En el montaje doble, la válvula de la llanta interna deberá tener una longitud adecuada para que quede accesible con facilidad. Si es necesario, se recomienda el uso de extensiones, el compresor debe ser drenado periódicamente.
- Use la presión en función de las cargas.
Balanceo adecuado de las llantas
Vibración al conducir, dificultad para girar hacia un lado específico e inestabilidad del volante al conducir en línea recta, son algunos de los signos de alerta cuando el balanceo no es el adecuado, no dude en programar el balanceo de las llantas de su automóvil y más aún cuando emprenda viajes fuera de la ciudad.
Todos estos indicadores que impiden conducir de una manera segura y confortable, generan un deterioro irregular en la banda de rodamiento, acelerando el proceso de desgaste en las llantas.
Es por esto que se recomienda realizar el balanceo de las llantas cada seis meses o en su defecto cada 5.000 kilómetros, también cuando sufra un impacto en los rines, esto con el objetivo de evitar el desgaste prematuro e innecesario a la suspensión del automóvil, debido a las vibraciones causadas por las llantas desbalanceadas además de tener mayor confort al manejar.
Consejos simples y prácticos
- Una rotación regular de las llantas favorece un desgaste uniforme de todas las ruedas del vehículo, mayor duración de las mismas y por consiguiente un mejor retorno de su inversión en compra de llantas. Es recomendable realizar esta rotación cada 10,000 kilómetros.
- Mantenga una buena profundidad de diseño en su banda de rodamiento y reemplácelas cuando sea necesario (la medida mínima de la profundidad de diseño es de 2 mm).
- Seleccione el diseño de las llantas de acuerdo al tipo de rin recomendado por el fabricante. Recuerde que una medida inexacta de este elemento, causará graves daños en la estructura de la pieza además de causar inestabilidad del vehículo, consecuencia que puede terminar en una situación fatal.
Finalmente, tener en cuenta estas recomendaciones realizadas por Goodyear hará que los conductores tengan recorridos más agradables y sin ningún tipo de contratiempo que pueda causar retrasos o gastos de dinero no planeados.